La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica y autoinmune que afecta al sistema nervioso central, dañando la mielina que recubre las fibras nerviosas. Aunque se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años, un número creciente de personas mayores viven con esta condición, ya sea por haber sido diagnosticadas más tarde o por haber llegado a edades avanzadas tras años de evolución de la enfermedad. En este contexto, la esclerosis múltiple en personas mayores representa un importante desafío para su calidad de vida.
En Viva la Vida Servicios Asistenciales comprendemos la importancia de brindar atención personalizada y especializada a quienes viven con enfermedades crónicas. Por ello, en este artículo exploramos cómo afecta la esclerosis múltiple a las personas mayores, qué síntomas predominan en esta etapa y qué estrategias pueden ayudar a preservar su autonomía, bienestar físico y emocional.
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca por error la mielina, el recubrimiento protector de los nervios. Esto interrumpe la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, provocando una amplia gama de síntomas neurológicos.
Existen varios tipos de esclerosis múltiple, pero en personas mayores se observa con frecuencia la forma progresiva secundaria (EMPS), que implica un deterioro gradual y continuo de las funciones neurológicas con el paso del tiempo.
¿Es común la esclerosis múltiple en adultos mayores?
Aunque tradicionalmente se ha considerado una enfermedad de adultos jóvenes, el avance de los tratamientos ha permitido que muchas personas con EM vivan hasta edades avanzadas. También existen casos diagnosticados después de los 60 años, conocidos como esclerosis múltiple de inicio tardío (EMIT).
En personas mayores, la EM presenta particularidades como:
- Un curso más lento pero con síntomas persistentes.
- Mayor discapacidad acumulada debido al envejecimiento natural.
- Mayor probabilidad de enfermedades asociadas (diabetes, hipertensión, artritis, etc.).
- Mayor sensibilidad a los efectos secundarios de los tratamientos.
Principales síntomas de la esclerosis múltiple en personas mayores
En edades avanzadas, los síntomas de la EM pueden confundirse con otras condiciones propias del envejecimiento, como el Parkinson, la demencia o la neuropatía diabética. Sin embargo, es importante conocer los signos más frecuentes:
1. Debilidad muscular y pérdida de equilibrio
Los adultos mayores con EM suelen experimentar una pérdida de fuerza progresiva, especialmente en las piernas, lo que aumenta el riesgo de caídas y limita su movilidad.
2. Fatiga crónica
La fatiga es uno de los síntomas más comunes y debilitantes de la EM. En mayores, puede ser aún más intensa y dificultar actividades cotidianas como caminar, cocinar o vestirse.
3. Problemas de coordinación y movilidad
Los temblores, espasmos musculares y rigidez dificultan el uso de las extremidades, afectando la autonomía para realizar tareas básicas.
4. Deterioro cognitivo
Las alteraciones de memoria, concentración o lenguaje son frecuentes y, combinadas con el deterioro cognitivo propio del envejecimiento, pueden afectar la comunicación y la independencia.
5. Trastornos urinarios y digestivos
Muchos pacientes experimentan incontinencia, urgencia urinaria o estreñimiento, lo que repercute directamente en la comodidad y autoestima de la persona.
6. Alteraciones emocionales
La ansiedad, la depresión o los cambios de humor también son comunes en la EM, especialmente en personas mayores que se sienten más solas o dependientes.
¿Cómo impacta la EM en la calidad de vida de los mayores?
La esclerosis múltiple en personas mayores puede afectar múltiples áreas de su vida diaria:
🧠 Autonomía y movilidad
La pérdida progresiva de fuerza y coordinación puede llevar a una mayor dependencia de ayudas técnicas (andadores, sillas de ruedas) o del apoyo de cuidadores, afectando la percepción de autonomía.
🩺 Salud física general
La coexistencia de otras enfermedades propias de la edad puede complicar el manejo de la EM, y el tratamiento debe ser cuidadosamente ajustado para evitar efectos adversos.
🧍♀️ Autoestima y bienestar emocional
La imposibilidad de realizar actividades que antes eran sencillas puede generar sentimientos de frustración, inutilidad o tristeza, afectando la salud emocional.
🏠 Participación social
Las dificultades físicas y cognitivas pueden llevar a un mayor aislamiento social, lo que repercute negativamente en la calidad de vida.
🛌 Descanso y sueño
El dolor, la rigidez muscular o la ansiedad pueden afectar la calidad del sueño, aumentando la fatiga y empeorando otros síntomas.
Cuidado y acompañamiento: claves para mejorar la calidad de vida
Aunque la esclerosis múltiple no tiene cura, el abordaje multidisciplinar y personalizado puede marcar una gran diferencia en la vida de las personas mayores que conviven con esta enfermedad.
En Viva la Vida Servicios Asistenciales proponemos estrategias adaptadas a cada persona:
1. Atención médica especializada
Es vital contar con un seguimiento neurológico regular y ajustar los tratamientos según la evolución de la enfermedad y la tolerancia del paciente.
2. Fisioterapia y ejercicio suave
Las rutinas de fisioterapia ayudan a mantener la movilidad, reducir la rigidez y prevenir el deterioro muscular. Ejercicios como el tai chi o el aquagym pueden ser muy beneficiosos.
3. Rehabilitación cognitiva
Talleres de memoria, ejercicios mentales o juegos cognitivos ayudan a preservar las funciones mentales y retrasar el deterioro.
4. Apoyo emocional
El acompañamiento psicológico y emocional, tanto para el paciente como para sus familiares, es clave para enfrentar los cambios y mantener la motivación.
5. Asistencia a domicilio
Contar con cuidadores profesionales permite adaptar la rutina del paciente, controlar la medicación, prevenir caídas y favorecer su autonomía dentro del hogar.
6. Nutrición equilibrada
Una alimentación adaptada mejora la energía, refuerza el sistema inmunológico y previene complicaciones digestivas.
Adaptar el entorno para una vida más segura
La prevención de caídas y la mejora de la movilidad pasan también por adaptar el entorno del hogar. Algunas recomendaciones incluyen:
- Eliminar alfombras sueltas y obstáculos.
- Instalar barras de apoyo en baños y pasillos.
- Usar camas y sillas con altura adecuada.
- Asegurar buena iluminación en todos los espacios.
- Utilizar calzado cómodo y antideslizante.
Estas medidas, junto con un acompañamiento constante, mejoran la seguridad y reducen el riesgo de accidentes.
El papel de los cuidadores y familiares
Las personas mayores con EM necesitan no sólo atención médica, sino también afecto, paciencia y comprensión. Los cuidadores juegan un rol fundamental al ofrecer:
- Ayuda para las actividades básicas del día a día.
- Recordatorio de medicación.
- Compañía emocional frente al aislamiento.
- Observación de cambios físicos o cognitivos.
En Viva la Vida Servicios Asistenciales ofrecemos servicios de asistencia domiciliaria especializada para personas con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple, siempre desde el respeto, la cercanía y la profesionalidad.
Conclusión
La esclerosis múltiple en personas mayores presenta retos importantes que pueden afectar su movilidad, independencia y bienestar emocional. Sin embargo, con un abordaje integral, un entorno adaptado y el apoyo de cuidadores especializados, es posible mejorar significativamente su calidad de vida.
En Viva la Vida Servicios Asistenciales nos comprometemos a cuidar a cada persona con empatía y dedicación, ofreciendo atención profesional adaptada a sus necesidades individuales.
¿Necesitas apoyo para el cuidado de una persona mayor con EM en Valladolid? Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a vivir con dignidad, seguridad y calidad de vida.