El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta el sistema nervioso central y altera funciones motoras y no motoras. Uno de los aspectos menos conocidos, pero de gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, es la alteración del sueño. En particular, las personas mayores con Parkinson pueden experimentar trastornos del sueño que agravan los síntomas de la enfermedad y afectan tanto al paciente como a sus cuidadores.

En Viva la Vida Servicios Asistenciales, entendemos que el descanso es esencial para el bienestar integral de las personas mayores. Por ello, en este artículo abordamos en detalle cómo afecta el Parkinson al sueño, cuáles son los trastornos más frecuentes y qué estrategias existen para mejorar el descanso nocturno en personas con esta condición.

¿Por qué el Parkinson afecta al sueño?

La enfermedad de Parkinson implica una disminución progresiva de dopamina, una sustancia que interviene no solo en el control del movimiento, sino también en la regulación de los ciclos de sueño y vigilia. Además, los cambios físicos y neurológicos que produce el Parkinson afectan directamente la capacidad del cuerpo para dormir bien.

Los trastornos del sueño en personas con Parkinson pueden deberse a:

  • Alteraciones neuroquímicas propias de la enfermedad.
  • Efectos secundarios de la medicación antiparkinsoniana.
  • Incomodidades físicas como rigidez, temblores o necesidad de orinar con frecuencia.
  • Ansiedad o depresión asociadas a la enfermedad.

Estos factores contribuyen a un sueño fragmentado, menos reparador y, en muchos casos, a una fatiga persistente durante el día.

Trastornos del sueño más comunes en personas con Parkinson

Las personas mayores con Parkinson pueden presentar distintos tipos de trastornos del sueño, que deben abordarse de forma personalizada. A continuación, detallamos los más frecuentes:

1. Insomnio

Es uno de los problemas más comunes. Puede presentarse como dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche o despertar precoz. La rigidez muscular, los temblores nocturnos y la ansiedad pueden impedir un descanso continuo.

2. Trastorno del sueño REM

En este trastorno, la persona actúa sus sueños mientras duerme, lo que puede llevarla a gritar, hablar o hacer movimientos bruscos que aumentan el riesgo de caídas o lesiones. Es un signo característico del Parkinson en fases tempranas.

3. Síndrome de piernas inquietas

Muchas personas con Parkinson sienten una necesidad urgente de mover las piernas, especialmente al acostarse, lo que dificulta el inicio del sueño y reduce su calidad.

4. Apneas del sueño

La apnea obstructiva del sueño, que provoca pausas respiratorias durante la noche, puede ser más frecuente en personas mayores con Parkinson, contribuyendo al cansancio diurno y al deterioro cognitivo.

5. Somnolencia diurna excesiva

La fatiga constante puede llevar a que el paciente duerma durante el día, lo que, a su vez, empeora el insomnio nocturno. Esto genera un ciclo de sueño fragmentado y poco reparador.

Consecuencias de un mal descanso en pacientes con Parkinson

La falta de un sueño adecuado tiene un impacto profundo en la evolución del Parkinson y en la calidad de vida general del paciente. Las principales consecuencias incluyen:

  • Mayor rigidez muscular y temblores durante el día.
  • Empeoramiento de la atención, la memoria y el estado de ánimo.
  • Mayor riesgo de caídas, especialmente durante la noche.
  • Aumento de la fatiga y pérdida de energía.
  • Aislamiento social y disminución de la autonomía.
  • Carga emocional adicional para cuidadores y familiares.

Por eso, mejorar el sueño debe ser una prioridad en el abordaje integral del Parkinson.

Cómo mejorar el descanso nocturno en personas mayores con Parkinson

En Viva la Vida Servicios Asistenciales, apostamos por un enfoque integral y personalizado para cuidar el bienestar de nuestros usuarios. Existen múltiples estrategias que pueden aplicarse para mejorar la calidad del sueño en personas con Parkinson, adaptadas a cada situación.

1. Establecer una rutina regular de sueño

Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico. Es recomendable evitar las siestas prolongadas durante el día.

2. Crear un ambiente propicio para dormir

La habitación debe ser tranquila, oscura, ventilada y con una temperatura confortable. El colchón debe ser firme, pero cómodo, y las sábanas suaves para reducir molestias al moverse.

3. Evitar estimulantes por la tarde

Reducir el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas antes de dormir puede mejorar la conciliación del sueño.

4. Revisar la medicación con el neurólogo

Algunos medicamentos antiparkinsonianos pueden alterar el sueño. Ajustar los horarios o las dosis puede contribuir a un descanso más reparador.

5. Incluir actividad física durante el día

Caminar, hacer estiramientos suaves o realizar ejercicios adaptados puede mejorar el tono muscular y ayudar al organismo a relajarse por la noche.

6. Controlar las necesidades nocturnas

En muchos casos, la necesidad frecuente de orinar interrumpe el sueño. Es importante reducir el consumo de líquidos en la tarde y asegurarse de que el baño esté accesible o usar dispositivos de apoyo como orinales portátiles.

7. Uso de terapia ocupacional y fisioterapia

Estas terapias ayudan a reducir la rigidez y el dolor, lo cual mejora la movilidad durante la noche y permite adoptar posturas más cómodas.

Cuándo consultar con un especialista

Si el trastorno del sueño es persistente o interfiere con la rutina diaria del paciente, es importante consultar con un médico especialista, preferentemente un neurólogo o un experto en medicina del sueño. En algunos casos se pueden indicar:

  • Estudios de sueño (polisomnografía).
  • Medicación específica para regular los ciclos de sueño.
  • Ajustes en la terapia antiparkinsoniana.
  • Tratamiento psicológico en caso de ansiedad o depresión asociada.

El rol de los cuidadores en el bienestar nocturno

El cuidado de personas mayores con Parkinson requiere atención constante, especialmente cuando hay problemas para dormir. Los cuidadores deben estar atentos a:

  • Cambios en el patrón de sueño.
  • Episodios de sonambulismo o movimientos bruscos.
  • Dificultades para levantarse o acostarse.
  • Signos de somnolencia durante el día.

En Viva la Vida Servicios Asistenciales ofrecemos servicios de asistencia a domicilio personalizados, para asegurar el descanso y la seguridad de la persona mayor durante la noche, al tiempo que brindamos tranquilidad a las familias.

Conclusión

El Parkinson afecta significativamente el descanso nocturno, deteriorando la calidad de vida de quienes lo padecen y de sus cuidadores. Detectar y tratar a tiempo los trastornos del sueño asociados a esta enfermedad es esencial para mejorar el bienestar físico, emocional y cognitivo de la persona mayor.EnViva la Vida Servicios Asistenciales, en Valladolid, ofrecemos un acompañamiento profesional, humano y especializado para personas mayores con Parkinson. Si necesitas ayuda para mejorar el descanso y cuidado de un ser querido, contáctanos. Estamos aquí para ayudarte a vivir con dignidad, tranquilidad y calidad de vida, cada día.

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